martes, 6 de enero de 2009

INSTITUCIONES EDUCATIVAS


"En este mundo complejo, se necesita más de una buena escuela para educar a los niños. Y también se necesita más de un buen hogar. Se necesita que estas dos importantes instituciones educativas trabajen juntas", Dorothy Rich.

Es clara la importancia de la influencia de las diferentes instancias educativas (formales e informales) a través de nuestra vida, también es claro que el estado actual de nuestra sociedad, vista por supuesto ahora como una "sociedad mundial",  para evitarnos el escalofrío de leer: "sociedad globalizada", requiere de que el individuo esté en mejores condiciones para no ser agobiado por las exigencias de la misma... pero, ¿cómo podemos lograrlo?; en palabras de Nietzsche:

"Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes", según lo entiendo, hoy en día es necesario que seamos capaces desde pequeños a saber discriminar entre "la carga de fantasmas y creencias estorbosas" dotadas por nuestros amorosos padres y maestros y de "las ideas y certezas" que nos van ayudando a permanecer en el ambiente... ¡desde pequeños!... sí, y ¿dónde adquirimos tal formación?, a veces en la casa, sin saberlo, sin quererlo; a veces, en la escuela, las más desafortunadas por culpa de nuestros maestros, pero en efecto, aprendemos. surge aquí el debate ya un tanto trillado: ¿La educación sirve para liberarnos de los "errores" de nuestros antecesores o para seguir las pautas que nos han legado?, a pesar de lo complejo que pueda parecer, creo que es un poco de las dos. Desde mi humilde y corta experiencia como educador, me parece que el conflicto está en los acuerdos y desacuerdos de las dos principales fuentes de educación, la casa y la escuela...o la escuela y la casa, que no nos permiten tener la facultad de ser independientes ni como aprendices ni como personas en el peor de los casos. 

Bastaría entonces con que alguien buscara establecer un nexo firme entre las dos partes (estoy seguro que ya han habido muchísimos intentos); sin embargo, todo parece indicar que hasta ahora no han dado resultado pues sigue existiendo esa disonancia entre lo que "dicen en la escuela" y "lo que dicen mis papás". Es curiosa la forma que, en ocasiones tenemos para delegar las responsabilidades de un lado al otro teniendo frases como: "qué maleducado eres, parece que ni vas a la escuela", en contraposición de: "la educación se mama en casa", que no hacen más que denotar la incomunicación de los educadores formales e informales. Sin afanes moralizadores y sin querer parecer ingenuo, me gusta pensar que existe la posibilidad de eliminar las confrontaciones sin sentido y las acusaciones laxas para crear nexos entre la familia y la escuela en busca de logros que, al final, siempre van a terminar beneficiándonos a todos. 

Regresando así al primer planteamiento, el hombre del siglo XXI (Ontoria, 2004) debe ser capaz de procesar la información que recibe para convertirla en conocimiento útil para su exitosa adaptación al medio, es decir, plasmar su aprendizaje en la vida cotidiana; adquisición de competencias para la vida o simplemente para evitar caer en la enagenación, visto de otra manera.

Los argumentos anteriormente expuestos no dan una solución a la situación comentada, de hecho ni lo pretenden de momento, pero, ¿estamos padres de familia y maestros dispuestos a dejar que siga existiendo esta incomunicación?...Por tanto, lo que imagino es la enésima propuesta para esta situación, que a continuación me permito dar para el contexto que nos ocupa en nuestra porción de espacio-tiempo es la COOPERACIÓN, en todos los aspectos y momentos posibles. Esto implica únicamente que se busque operar de manera conjunta, con objetivos convergentes, todos sabemos qué resultados podríamos esperar, entre ellos, de inicio, no confundir con dobles mensajes a quienes estamos educando.

Tómese esta publicación ya sea como propuesta o bien, como deseo para este año que recién inicia.

Aprovecho para agradecer sus comentarios y para solicitarles recomendar este sitio a quienes Ustedes consideren adecuado. ¡Feliz 2009!

Psic. Juan Carlos Cuevas Becerra
Coordinador del DPUIJM