martes, 11 de noviembre de 2008

“PARA QUÉ CONTAR CUENTOS”

Esta actividad puede ser muy trivial, existe desde nuestros ancestros cuando por fin llegó una idea que contar y alguien tuvo algo que decir, algo que agregar a la realidad existente, las grandes charlas en la sobremesa o alrededor de la hoguera mientras se espera una presa recién cazada, a decir verdad, contar o escuchar un cuento tiene magia, una buena historia despierta los sentidos, agudiza la imaginación, hace crecer el espíritu, permite vivir en otro cuerpo, enriquece el lenguaje y facilita la comunicación.

Es por ello que presento hoy una herramienta valiosa para los padres de familia, porque es a través de esta sencilla técnica como puede facilitarse el acercamiento al diálogo con nuestros hijos, promover diferentes valores, transmitir enseñanzas, mostrar nuevos conceptos, descubrir lugares y situaciones reales o imaginarias que llevan al niño o adolescente a disfrutar nuevas experiencias o por qué no, a solucionar graves problemas.

Puede pensarse que las historias que contamos sólo son para antes de dormir, para cuando no hay más que hacer, pero en realidad al narrar una buena historia estamos despertando los sentidos, activando la imaginación e identificándonos con los personajes, por supuesto un cuento o una fábula puede tener un sentido terapéutico y  ayudar a resolver conflictos internos, pero en esta ocasión nos avocaremos a la lectura de cuento en el sentido estricto de diversión y aprendizaje.

Al contar un cuento se tiene que hacer gala de la creatividad y la imaginación; sin embargo, es justo una cuestión de práctica, aquí le mencionaré algunos tips para contar cuentos al alcance de nuestra mano.

Al decidir narrar un cuento usted tiene dos opciones, elegir alguno que alguien ya escribió o inventar su propia historia usando lo que está en la vida cotidiana, los objetos más cercanos, personajes de la familia, etc., en esta ocasión nos centraremos en contar un cuento previamente escrito.

TIPS PARA CONTAR UN CUENTO

   ·         Elija el cuento siempre de acuerdo a la edad del niño.

·         Considere el tiempo que le dedicará a la lectura (una o mas sesiones).

·         Si decide hacer la lectura en voz alta y para varios participantes, elija uno con imágenes coloridas y letras grandes (niños pequeños).

·         En el caso de niños mayores debe tenerse una diversidad de historias, dependerá del tema de interés del propio niño y de la habilidad del cuentista para generar expectativa e interés.

·         Antes de contarlo preferentemente lea usted antes el cuento, para identificar personajes, momentos importantes, desenlace y mensaje a transmitir.

·         Ordene mentalmente la secuencia del cuento, así no será necesario que lo siga al pie de la letra si decide leerlo frente al niño.

·         Genere un ambiente adecuado, siéntese cerca del niño en el piso, cojines, bancos, etc., si son varios niños siéntese frente a ellos formando con los bancos medio circulo.

·         Preséntese y muestre la importancia de iniciar una lectura, espere en silencio despertando el interés por descubrir una nueva historia.

·         Mencione siempre el autor y el título del cuento.

·         No pierda de vista al niño o niños mientras hace la lectura, busque siempre que sea posible el contacto visual para monitorear la emoción.

·         En el caso de niños pequeños no olvide ir mostrando las ilustraciones y señalando con su dedo las letras sobre las que va leyendo.

·         Cuando se cuenta para niños mas grandes o incluso adultos las imágenes se generan con la vista alejada y hacia arriba construyendo la imagen en la mente.

·         Es de vital importancia utilizar varios tonos de voz y expresar emociones mientras se narra la historia.

·         Inicie siempre con las fórmulas clásicas: “erase una vez” o “había una vez”, “en un país lejano” etc.

·         Pude apoyarse en ilustraciones o carteles elaborados por usted mismo o usar el apoyo de marionetas o algún muñeco que sea el narrador de la historia.

·         Lea o cuente sin prisa.

·         Escuche siempre los comentarios al final para retroalimentar lo aprendido o si se comprendió el propósito de la historia.

·         Deje que el niño invente sus propios finales o describa como hubiera llevado a cabo la historia si fuera algún personaje.

·         Finalice la historia con un hasta pronto o hasta la próxima. 

Los libros siempre están al alcance de nuestros alumnos, el programa nacional de lectura busca fomentar en los pequeños el amor a leer a descubrir lo que otros han vivido, imaginado, sentido o fantaseado, el apego a la lectura en los pequeños se genera viendo leer a los mayores, descubriendo que es un placer viajar por las paginas de un libro, nadie se resiste a escuchar una lectura amena llena de intensidad e imaginación, los cuentos son un acercamiento a descubrir como ya lo había mencionado la magia que está en las letras.

En otro momento rescataremos la importancia de la lectura y de los beneficios que aporta para las capacidades cognitivas de nuestros alumnos.

Por ahora leer un cuento o contarlo con nuestras propias palabras es un medio para acercarnos a los niños, para llevarlos al mundo que deseamos para ellos y que quizá no exista sólo en las historias….

Psic. Mary Bautista.

Bibliografía:

Contar Cuentos, Liliana Woloschin de Glaser y Antonio Ungar, 2001, Edit. RBA.

CREDO DE UN CUENTACUENTOS…

Creo que la imaginación es más fuerte que el conocimiento,

Que el mito es más potente que la historia,

Que los sueños son más poderosos que los hechos

Que la esperanza siempre triunfa sobre la experiencia,

Que la risa es la única cura para la tristeza, y yo creo que el amor es más fuerte que la muerte,

Porque todo eso se resume en las páginas de un CUENTO…

anónimo

domingo, 9 de noviembre de 2008

Comunicación y desórdenes alimenticios en jóvenes

 Los desordenes alimenticios y la comunicación familiar.

 

A través de los estudios se ha averiguado que nuestros hábitos y expectativas sociales incrementan la posibilidad de padecer Anorexia o Bulimia en las mujeres más jóvenes. Gracias al énfasis en las apariencias, somos atacados constantemente a través de presión por parte de nuestro círculo social y la publicidad de productos y servicios relacionados con la salud y alimentación. 

Sólo basta con mirar un par de minutos el televisor, para darse cuenta de la cantidad de comerciales en donde el prototipo de belleza femenina es representado por modelos esbeltas, con sonrisas perfectas y sobre todo rodeadas de éxito por su apariencia. Todo ese contenido es al que se enfrentan día con día nuestras alumnas, es el modelo al que a muchas de ellas más les gustaría alcanzar. Pero, ¿entendemos por qué se ven orilladas a seguirlo?, además por qué somos de los últimos en enterarnos; la respuesta no es tan sencilla en la mayoría de las ocasiones.

 ¿Por qué pasa esto?

El comportamiento aprendido tiene mucho que ver, muchas mujeres jóvenes desarrollan patrones de Anorexia al ser presionadas por nuestra sociedad en la búsqueda de una figura delgada. Muchas mujeres son anoréxicas por los patrones alimenticios que han adoptado al intentar alcanzar metas irrealistas.

Modelos, corredoras, atletas femeninas y bailarinas comúnmente presentan características de la anorexia. El miedo intenso de ser obesa, incluso cuando están perdiendo más peso.

Una visión mal formada de lo que sus cuerpos representan. Se sienten obesas cuando en realidad son muy delgadas.

El papel de los padres

Los padres juegan un papel fundamental en esta problemática, ya que, son ellos los encargados de ver qué pasa con los hijos, es difícil ver que los hábitos alimenticios cambien, ya que es poco el tiempo que pasamos con los hijos generalmente por no saber como acercarnos, muchos niños saben que la única forma en que ven a sus padres cerca de ellos es para revisar, verificar, examinar o evaluar sus actividades, pero no los sienten cerca; es decir, que lo que ellos digan no sea usado en su contra, el papel está claro, es escuchar, solo escuchar, tratar de entender qué es lo que pasa, muchas veces sólo necesitan un poco de atención, ya que se ha demostrado que la mayoría de los adolescentes que realizan actividades lúdicas con los padres son más abiertos que los que sólo tienen acercamientos esporádicos con los padres, la recomendación es “Dejarlos hablar, sin estar interrumpiéndolos ni corrigiéndolos; es sin duda, lo primero que tenemos que aprender si queremos lograr una buena comunicación con los hijos".

Por otro lado, los especialistas sugieren no repetir las palabras del niño, que sepamos guardar silencio cuando la situación así lo pida; y no expresemos nuestra respuesta con mayor pasión que la del muchacho, pues sonaría falsa.

Si tenemos el interés auténtico por tener una buena comunicación, seguramente iremos mejorando en el camino para lograr confianza en la relación con nuestros jóvenes. ¡Sigamos intentándolo! ¡No hay nada que valga más la pena!


Psic. Osvaldo Cruz  Hernández

Nivel Secundaria